Análisis del Cuento:
En
el cuento de un día perfecto para el pez banana, se evidencian repentinos
cambios de escenarios, donde los diferentes interlocutores dan a conocer características
de sus personalidades, que se complementan en ocasiones con los relatos de
otros personajes, como es el caso de Seymour, del cual nos hacemos una idea en
base a la conversación entre Muriel y su madre.
Comenzaremos
por el primer escenario, el cual está compuesto por Muriel y la llamada telefónica
que recibe por parte de su madre, quien muestra una gran preocupación por su
hija, la cual ha iniciado unas vacaciones junto a su novio Seymour. Dicha preocupación
surge por el presunto daño psicológico que tiene este último, tras haber
participado en una guerra, lo cual, a su juicio es una amenaza para la
muchacha, quien puede ser víctima de algún arrebato de Seymour en cualquier
momento, por lo que constantemente insiste en preguntarle si está bien, si él
no le ha hecho nada o si no ha visto nada extraño, incluso intenta convencerla entregándole
argumentos de que su padre (de Muriel) consultó al doctor Sivetski, quien le
dijo que Seymour no debió haber sido dado de alta por el hospital del ejercito
y que en cualquier momento el hombre podría perder la cabeza. Estos son solo
alguno de los argumentos que usa la madre de Muriel, quien evidencia una notable
desaprobación a la relación que mantiene su hija con Seymour.
Por otra
parte, Muriel se nos presenta como una joven relajada, quien confía en que Seymour
estará bien y que ha ido mejorando poco a poco, constantemente intenta que su
mamá se relaje y no se preocupe por ella y Seymour. Por otro lado aparenta ser
una mujer paciente, puesto que esperó a su hombre durante todo el transcurso de
la guerra, quien aparentemente estuvo accidentado e internado algún tiempo en
el hospital.
Luego
la escena cambia y nos encontramos con que hay una pequeña niña llamada sybil,
quien constantemente pregunta por Seymour a su madre, la cual aburrida de la
insistencia de la niña, deja que esta salga a la playa para ella estar con sus
amigas. En eso la niña se encuentra con Seymour, quien está recostado sobre la
arena con una toalla y quien comienza a establecer un dialogo con la menor.
Aparentemente
Seymour y Sybil son buenos amigos, he incluso da la impresión de que tuvieran
la misma edad, ya que la forma en que ambos se comunican se adapta mas a la de
dos pequeños que a la de un adulto y una menor. Causa curiosidad en primera
instancia los cumplidos que Seymour le hace a la niña, de acuerdo a lo bien que
se ve con el traje de baño que lleva puesto, y también, los aparentes celos que
la menor siente de Sharon, quien tiene poco más de tres años y medios, la cual se
sentó al lado de Seymour un día en que este tocaba el piano, lo cual le causo
molestia a Sybil, quien le reprocho al hombre dicho suceso, preguntándole que
por qué no hizo nada al respecto, como por ejemplo echarla del lugar, a lo cual
éste respondió, que no podía, pero que sin embargo imaginaba que la que yacía
sentada a su lado era ella (Sybil), lo cual me hace pensar que entre ellos hay algún
tipo de relación, mas allá de una amistad.
Luego,
cuando él le propone ir en busca de un Pez Banana, y le cuenta la historia de
estos peces, siento que el deja entre ver que producto de su ambición o vicios,
los peces quedan presos en el pozo donde
se encuentran las bananas y que aun cuando lograsen salir, morirán de una u
otra forma, ya que contraen la fiebre bananífica, que igualmente los matan. De acuerdo
con este relato, yo lo asocio a su experiencia de guerra, donde producto del
poder los hombres se comportan como verdaderos cochinos, y que aun
sobreviviendo a ésta, hay secuelas que inevitablemente siguen dañando y siguen
matando por dentro, lo cual termina por confirmarse en la últimas escenas del
cuento.
Un
dato a parte, en determinado momento, se me imagina que la niña es una invención
de Seymour, de hecho ambas niñas.
Finalmente
cuando Seymour regresa al hotel, y presiente que la señora que lo acompaña en
el ascensor está mirando sus pies, sufre una descontrolada reacción, ya que
piensa que la señora está mirando de manera despectiva sus feos pies, por lo
cual se enoja y discute con ella. Posteriormente, al llegar a su departamento,
busca la pistola y se dispara, dando fin a su vida de manera repentina, dando a
demostrar que sus secuelas de guerra no habían sanado, que no había logrado
salir del pozo en el cual se encontraba, demostrando que el día feliz del pez
banana o de él mismo, fue cuando no había entrado en aquel pozo, que atrapó su
cuerpo, mente y alma.
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