martes, 1 de septiembre de 2015

Un día perfecto para el Pez Banana

Análisis del Cuento:

En el cuento de un día perfecto para el pez banana, se evidencian repentinos cambios de escenarios, donde los diferentes interlocutores dan a conocer características de sus personalidades, que se complementan en ocasiones con los relatos de otros personajes, como es el caso de Seymour, del cual nos hacemos una idea en base a la conversación entre Muriel y su madre.  
Comenzaremos por el primer escenario, el cual está compuesto por Muriel y la llamada telefónica que recibe por parte de su madre, quien muestra una gran preocupación por su hija, la cual ha iniciado unas vacaciones junto a su novio Seymour. Dicha preocupación surge por el presunto daño psicológico que tiene este último, tras haber participado en una guerra, lo cual, a su juicio es una amenaza para la muchacha, quien puede ser víctima de algún arrebato de Seymour en cualquier momento, por lo que constantemente insiste en preguntarle si está bien, si él no le ha hecho nada o si no ha visto nada extraño, incluso intenta convencerla entregándole argumentos de que su padre (de Muriel) consultó al doctor Sivetski, quien le dijo que Seymour no debió haber sido dado de alta por el hospital del ejercito y que en cualquier momento el hombre podría perder la cabeza. Estos son solo alguno de los argumentos que usa la madre de Muriel, quien evidencia una notable desaprobación a la relación que mantiene su hija con Seymour.
Por otra parte, Muriel se nos presenta como una joven relajada, quien confía en que Seymour estará bien y que ha ido mejorando poco a poco, constantemente intenta que su mamá se relaje y no se preocupe por ella y Seymour. Por otro lado aparenta ser una mujer paciente, puesto que esperó a su hombre durante todo el transcurso de la guerra, quien aparentemente estuvo accidentado e internado algún tiempo en el hospital.
Luego la escena cambia y nos encontramos con que hay una pequeña niña llamada sybil, quien constantemente pregunta por Seymour a su madre, la cual aburrida de la insistencia de la niña, deja que esta salga a la playa para ella estar con sus amigas. En eso la niña se encuentra con Seymour, quien está recostado sobre la arena con una toalla y quien comienza a establecer un dialogo con la menor.
Aparentemente Seymour y Sybil son buenos amigos, he incluso da la impresión de que tuvieran la misma edad, ya que la forma en que ambos se comunican se adapta mas a la de dos pequeños que a la de un adulto y una menor. Causa curiosidad en primera instancia los cumplidos que Seymour le hace a la niña, de acuerdo a lo bien que se ve con el traje de baño que lleva puesto, y también, los aparentes celos que la menor siente de Sharon, quien tiene poco más de tres años y medios, la cual se sentó al lado de Seymour un día en que este tocaba el piano, lo cual le causo molestia a Sybil, quien le reprocho al hombre dicho suceso, preguntándole que por qué no hizo nada al respecto, como por ejemplo echarla del lugar, a lo cual éste respondió, que no podía, pero que sin embargo imaginaba que la que yacía sentada a su lado era ella (Sybil), lo cual me hace pensar que entre ellos hay algún tipo de relación, mas allá de una amistad.
Luego, cuando él le propone ir en busca de un Pez Banana, y le cuenta la historia de estos peces, siento que el deja entre ver que producto de su ambición o vicios, los peces quedan presos  en el pozo donde se encuentran las bananas y que aun cuando lograsen salir, morirán de una u otra forma, ya que contraen la fiebre bananífica, que igualmente los matan. De acuerdo con este relato, yo lo asocio a su experiencia de guerra, donde producto del poder los hombres se comportan como verdaderos cochinos, y que aun sobreviviendo a ésta, hay secuelas que inevitablemente siguen dañando y siguen matando por dentro, lo cual termina por confirmarse en la últimas escenas del cuento.
Un dato a parte, en determinado momento, se me imagina que la niña es una invención de Seymour, de hecho ambas niñas.

Finalmente cuando Seymour regresa al hotel, y presiente que la señora que lo acompaña en el ascensor está mirando sus pies, sufre una descontrolada reacción, ya que piensa que la señora está mirando de manera despectiva sus feos pies, por lo cual se enoja y discute con ella. Posteriormente, al llegar a su departamento, busca la pistola y se dispara, dando fin a su vida de manera repentina, dando a demostrar que sus secuelas de guerra no habían sanado, que no había logrado salir del pozo en el cual se encontraba, demostrando que el día feliz del pez banana o de él mismo, fue cuando no había entrado en aquel pozo, que atrapó su cuerpo, mente y alma.


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