martes, 22 de septiembre de 2015

Viviendo según el cartel

Viviendo según el cartel.
Cuando me pongo a analizar el texto leído, en primera instancia me detengo en el escenario en el cual se lleva a cabo la historia, el cual corresponde a un lugar de comida rápida, donde sus trabajadores muestran un evidente desgaste y desinterés por realizar sus labores de manera activa y feliz. Ahora, cuando el cliente entra e irrumpe en el lugar y nota el cartel que está colgado en una da las vitrinas, encima de las alitas de pollo, de inmediato se interesa en lo que dice “La vida es lo que te pasa mientras haces planes para otras cosas”, y consiguientemente pregunta sobre quien colocó dicho cartel que estaba escrito a mano y forrado para que el aceite de las alitas no lo salpique y arruine. Ante dicha pregunta, la cajera, quien era la persona que lo atendía (al cliente), no sabía que responder, ya que desconocía quien lo había escrito y sin embargo, insistía en tomar la orden del cliente, quien a su vez, insistía con la pregunta e insistía en conocer la identidad de quien tuvo la iniciativa de colgar el cartel.
El mensaje del cartel en sí invita a quien lo lee a repensar en cómo está viviendo o que significa vivir, en si vivir implica disfrutar el día a día o si la vida comienza cuando se cumplen las metas o planes a futuro, moviliza al lector a identificar que la vida ya empezó desde el momento en que comenzamos a respirar, que aun cuando la planifiquemos, ésta se va construyendo y modificando día a día, que no es algo que solo se experimentará en el futuro, sino que ya está sucediendo desde antes. De acuerdo con esto, pienso que el cliente se interesó en conocer a quien escribió el cartel, puesto que se deja entre ver que el autor tiene una visión de vida muy particular, que es alguien que reconoce el carácter diario de ésta y que posiblemente no sea alguien que deje de disfrutar o se restrinja al vivir pensando en los planes futuros. Es por ello que constantemente insiste en conocer quien escribió el cartel, y tal vez también debe pensar que en el local, nadie parece tener el perfil de alguien que vive de acuerdo al cartel.
Cuando logra conocer a la persona que escribió el cartel, de inmediato lo interroga y le pregunta sobre cómo le surgió la idea de escribir lo que estaba en el cartel, a lo que Dicky (quien escribió el cartel) responde tímidamente que luego de tener un sueño sobre un viaje a Colorado, donde él al llegar a una cabaña imaginaba que un chica lo estaría esperando, pero eso nunca sucedió y luego despertó producto del sonido del aceite. Siguieron conversando un rato y posteriormente el cliente se fue a sentar a una de las mesas del local, a la cual llego Dicky al rato, para confesarle que en realidad no había sido el quien inventó la frase, si no el chico que le hacia los piercing, sin embargo el cliente le respondió que él ya había encontrado a la persona que lo había escrito, es decir a Dicky, lo que deja entre ver que más allá de saber quién ideo del mensaje del cartel, lo que en realidad importaba era lo que se quería trasmitir, el fin último de este…

Al finalizar el cliente da a entender que en sí él es un alma libre, que el cartel refleja mucho en la forma en la que él mismo vive, ya que expone que no sabe dónde está y no sabe dónde va, pero que eso en realidad no le importa en absoluto. De ahí tanto interés en conocer quien escribió la frase que tan bien representa la realidad que el experimenta día tras día.


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